Se realizó una rehabilitación integral para dotar de tres apartamentos y un local comercial en la planta baja, además de una mejora de las condiciones de habitabilidad bajo el estándar Passivhaus.
La reforma ha respetado las condiciones particulares de un bien protegido por el Plan General de Ordenación del Ayuntamiento de Logroño.
Se ha invertido en elementos estructurales (cimentación, cubierta, refuerzos puntuales) para garantizar la estabilidad y las modificaciones necesarias para cumplir con la habitabilidad normativa. El edificio cuenta con una envolvente, tanto hermética como térmica que lo ha certificado con el sello Passivhaus como edificio de bajo consumo.